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Jesús González García
Jesús González Garcia
Director de Círculo Musical Burgos
Director de Coral de Cámara Nueva Europa - Burgos
Director de Coral Voces del Arlanzón - Pampliega (Burgos)
Burgos - 29 de diciembre de 2020
Antes de entrar en el tema, veamos la definición de este término musical.
Según la RAE, villancico se define de la siguiente forma:
De villano.
-
m. Canción popular, principalmente de asunto religioso, que se canta en Navidad.
-
m. Canción popular breve que frecuentemente servía de estribillo.
-
m. T. lit. Cierto género de composición poética con estribillo.
Oxford Languages lo define así:
nombre masculino
-
Canción popular religiosa cuyo tema central es el nacimiento de Jesús y que se canta en Navidad.
"toda la familia se reunió alrededor del belén para cantar villancicos"
-
Composición poética popular tradicional formada por versos hexasílabos u octosílabos distribuidos en un estribillo (de dos a cuatro versos, al principio del poema y en el cual se anuncia el tema), una o más mudanzas (una o varias estrofas, generalmente redondillas) y una o más vueltas (formadas por un verso de enlace y varios versos que repiten lo expresado en el estribillo).
"el villancico fue muy cultivado en el siglo XVI"
El diccionario de la Lengua ALKONA define villancico como:
sust. masc.
-
Cancioncilla popular breve que frecuentemente servia de estribillo.
-
Cierto género de composición poética con estribillo.
-
Canción popular, principalmente de asunto religioso, que se canta en Navidad y otras festividades.
-
Música. Forma musical de la polifonía profana española del Renacimiento, en la que se trataba a varias voces la canción popular.
En cuanto a la Wikipedia, villancico se divide en dos definiciones. Por un lado "villancico" (tal cual) y por otro lado define "Villancico navideño".
Villancico
Véase también: Villancico navideño.
El villancico es una forma musical y poética en castellano y portugués, creada por Emilio Fierro Esquivel en 1351 tradicional de España, muy popular entre los siglos XV y XVIII. Los villancicos eran originariamente canciones profanas con estribillo, de origen popular y a varias voces. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad. Compositores notables de villancicos fueron, entre otros, Juan del Encina, Pedro de Escobar, Francisco Guerrero, Gaspar Fernandes, Juan Gutiérrez de Padilla y Roque Jacinto de Chavarría (1688-1719).
Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término se conoce más como un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas.
Villancico navideño
Los villancicos navideños —llamados simplemente villancicos, según la primera acepción del Diccionario de la lengua española —, son cantos (cristianos o profanos) tradicionales interpretados durante las fiestas de fin de año, desde un poco antes de la Navidad hasta la Epifanía. En Venezuela y en Aruba, a los villancicos navideños generalmente se les llama aguinaldos.
Niños cantando villancicos en Grecia (1872).
Orígenes del villancico
El villancico es una forma de poesía y música originariamente española. Inicialmente, el villancico era un tipo de cancioncilla que interpretaban los villanos (no los malos de la película, si no los habitantes de los pueblos y villas), del latín villanus, (habitante de una casa de campo), o lo que es lo mismo, los labradores. A estos también se les llamaba por el diminutivo villancillos, villancetes o villancicos. Por este motivo, a estas canciones alegres cantadas por estos, en horas de recreo, se las denominaron coplas villanescas o de villancico. Los villancicos se componían tanto de temática profana como religiosa. En los casos en los que la temática era religiosa se llamaba "tono a lo divino" y "tono a lo humano" si es de temática profana. Los de tema profano cantaban sobres la vida diaria y sus quehaceres de los campesinos medievales: el amor y el desamor, la picaresca el valor, la desdicha, etc.
De hecho, en su inicio, la temática está poco definida, tanto se tratan temas de actualidad de la villa, como burlas y sátiras, cantan a amores. En cuanto a los religiosos aparecen en muy pocas ocasiones, los cuales apenas están relacionados con la Navidad u otras festividades religiosas.
Hasta que fueron prohibidas las representaciones en las iglesias, algunos villancicos formaban parte de pequeñas representaciones teatrales, tanto profanas como de misterios litúrgicos, entre los que se encuentran los del Ciclo de Navidad. A partir de este momento van decayendo su uso, quedándose únicamente como obras dedicadas a la Navidad. Hemos de apuntar que San Francisco de Asis fomentó la representación del misterio de la Natividad, por lo que es entendible que las últimas representaciones en desaparecer fueron las dedicadas a este misterio religioso (ver el origen del belén y su cultura).
Con el tiempo este estilo de canción recalaría en la corte pasando a ser, entre los siglos XV y XVI, uno de los estilos más extendidos, junto con el romance.
Como se indicaba en los párrafos anteriores, durante los siglos XV y XVI, los villancicos viven un apogeo en la corte española. Una muestra de estos villancicos están recogidos en el "Cancionero de Palacio".
Gárgola en la
Catedral de Burgos.
Catedral de Burgos.
Detalle de la portada.
Estructura del villancico
Podemos identificar dos tipos de villancicos según su estructura. Por un lado está el que alterna el estribillo a diferentes coplas. Por otro lado está el villancico que consta de tres partes: la tonada, la responsión o respuesta y la copla.
"Cucú"
Villancico de Juan del Enzina.
Análisis de su estructura musical.
La estructura poética del villancico la forman el estribillo y las coplas y es muy variable tanto en el número de versos como en la rima o la alternancia entre estribillo y coplas.
Los versos generalmente son hexasílabos u octosílabos.
El estribillo inicial suele constar de tres o cuatro versos que se repiten durante toda la pieza y a veces llevan una introducción.
Las coplas están divididas en: dos mudanzas y una vuelta.
Las mudanzas, pueden tener rima simétrica y forman entonces un tipo de estrofa llamada redondilla o alternativamente una cuarteta, y van seguidas de la vuelta que son tres o cuatro versos que sirven de enlace ya que el primero tiene la misma rima que el último de la mudanza y al menos el último, enlaza con el estribillo.
La estructura musical reproduce el esquema del virelai: ABBA. Por ejemplo un villancico de Juan del Encina, titulado “Soy contento y vos servida”.
"Soy contento y vos servida"
Villancico de Juan del Enzina.
Siglo XV
El estilo compositivo de este siglo es muy sencillo, adaptando la línea melódica al texto. Los más antiguos villancicos encontrados datan de la primera mitad del siglo XV. De 1403, tenemos el villancico de la esposa de Ruy González de Clavijo en 1403:
"¡Ay mar brava, esquiva
de ti doy querella
fazesme que viva
con gran mansella!"
Ruy González Clavijo.
Litografía de Rufino Casado, 1860.
Biblioteca Nacional de España
En 1443 se recogen las "endechas a la muerte de Guillén Peraza de las Casas":
"Llorad, las damas, sí Dios os vala.
Guillén Peraza quedó en La Palma
la flor marchita de la su cara.
No eres palma, eres retama,
eres ciprés de triste rama,
eres desdicha, desdicha mala.
Tus campos rompan tristes volcanes,
no vean placeres, sino pesares,
cubran tus flores los arenales.
Guillén Peraza, Guillén Peraza,
¿dó está tu escudo?, ¿dó está tu lanza?
Todo lo acaba la malandanza."
La "leyenda de Los Comendadores" (1448):
"Los comendadores
por mi mal os vi
¡Yo vi a vosotros
vosotros a mí!
¡Al comienzo malo
de mis amores,
convidó Fernando
los comendadores...!"
Leyenda de los comendadores de Córdoba.
José María Rodríguez de Losada. 1872. (Diputación de Córdoba).
La "ensalada" del Marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza y De La Vega (Carrión de los Condes, Palencia, 19 de agosto de 1398 - Guadalajara, 25 de marzo de 1458), dedicada a una de sus tres hijas, se incluyen cuatro villancicos:
- I -
Por una gentil floresta
de lindas flores e rosas
vide tres damas fermosas
que de amores han reqüesta.
Yo con voluntat muy presta
me llegué a conosçellas
començó la una d'ellas
esta cançión tan honesta:
«Aguardan a mí:
nunca tales guardas vi».
- II -
Por mirar su fermosura
d'estas tres gentiles damas,
yo cobrime con las ramas,
metime so la verdura.
La otra con grand tristura
començó de sospirar
e deçir este cantar
con muy honesta mesura:
«La niña que amores ha,
sola ¿cómo dormirá?»...
- III -
Por no les façer turbança
non quise yr más adelante
a las que con ordenança
cantavan tan consonante.
La otra con buen semblante
dixo: «Señoras de estado,
pues las dos avéis cantado,
a mí conviene que cante:
Dejatlo, al villano pene;
véngueme Dios delle».
- IV -
Desque ya ovieron cantado
estas señoras que digo,
yo salí desconsolado,
como home sin abrigo,
ellas dixeron: «Amigo,
non soys vos el que buscamos;
mas cantat, pues que cantamos:
«Sospirando yva la niña
e non por mí,
que yo bien se lo entendí».
Retrato del marqués de Santillana,
copia de Gabriel Maureta Aracil (Barcelona, 1832 - Madrid, 1912)
a partir del Retablo de los Gozos de Santa María o Altar de los Ángeles (1455), de Jorge Inglés
En este siglo se redactan los cancioneros más importantes, tales como el "Cancionero de palacio" (1474-1516), el "Cancionero de la Colombina" (1940), el "Cancionero de de Sablonara", el "Cancionero de Stúñiga", el "Cancionero de Medinaceli" y, el cancionero del principal compositor de la época, el "Cancionero de Juan del Enzina".
"Bien vengades, pastores"
Anónimo. Compuesto en Toledo, S.XV
Considerado como el primer villancico navideño
Juan del Enzina es un trovador de la Corona de Castilla en el Reino de León que en sus obras canta al "carpe diem", vivir cada momento de la vida. Uno de los ejemplos más conocido de villancico de esta época es obra "Hoy comamos":
Hoy comamos y bebamos
y cantemos y holguemos,
que mañana ayunaremos.
Por honra de Sant Andruejo,
parémonos hoy bien anchos,
embutamos esos panchos,
recalquemos el pellejo.
Que es costumbre de concejo,
que todos hoy nos hartemos,
que mañana ayunaremos.
Honremos a tan buen santo
porque en hambre nos acorra,
comamos a calca porra,
que mañana hay gran quebranto.
Comamos, bebamos tanto,
hasta que nos reventemos,
que mañana ayunaremos.
[...]
"Hoy comamos y bebamos"
Villancico de Juan del Enzina.
El Cancionero de Palacio
El Rey Fernando el Católico, tras la muerte de Isabel la Católica, decidió reorganizar la capilla musical de la corte (1505) y, probablemente en ese momento, se recogieron las obras que se interpretaban en su corte en lo que conocemos como "Cancionero de Palacio", "Cancionero Musical de Palacio" o también denominado "Cancionero de Barbieri", en honor al compositor y musicólogo Francisco Asenjo Barbieri, quien, junto con el historiador de arte Gregorio Cruzada Villaamil, lo redescubrió en la Real Biblioteca de Madrid y posteriormente lo transcribió y lo publicó en 1890 bajo el título "Cancionero musical de los siglos XV y XVI".
Miniatura del Cancionero de Palacio
Fernando II de Aragón, "El Católico"
Ésta es la mayor recopilación antigua de villancicos que se conserva. Los autores que dejaron su huella en el son, entre otros: Juan del Encina, Francisco Millán y Juan de Anchieta. Entre los villancicos incluidos den esta obra recopiladora encontramos piezas homofónicas y también piezas de carácter polifónico y de contrapunto.
Busto de Juan del Enzina en León
Villancico en el Cancionero musical de Palacio
"Míos fueron, mi corazón"
Villancico de Francisco Millán. Cancionero de Palacio.
"Dindirindin"
Villancico anónimo. Cancionero de Palacio.
"Con amores, la mi madre"
Villancico de Juan de Anchieta. Cancionero de Palacio.
"Ay triste que vengo"
Villancico de Juan del Enzina. Cancionero de Palacio y Cancionero de Segovia.
El siglo XVI
Durante el siglo XVI los villancicos siguen su apogeo. Si bien, los villancicos se vienen componiendo polifónicamente a tres y cuatro voces, poco a poco se van componiendo a una sola voz y se incorporan a su composición e interpretación, como acompañamiento, instrumentos como la vihuela, la cual, en el siglo siguiente, será sustituida por la guitarra. Autores como Luis de Milán, Miguel de Fuenllana y Alonso Mudarra son exponentes de este tipo de acompañamiento.
Orfeo tocando una vihuela. Dibujo incluido en la obra "El Maestro" de Luis de Milán".
"Al amor quiero vencer"
Villancico de Luis de Milán (1536).
"De los álamos vengo"
Villancico de Juan Vásquez y Miguel de Fuenllana.
"Isabel perdiste la tu faxa"
Villancico de Alonso de Mudarra.
A partir de la mitad de siglo, la Iglesia decide utilizar en los oficios religiosos la lengua materna del lugar, especialmente en los de Navidad y Corpus Cristi. Se incluyen así, estas obras, en las celebraciones eucarísticas de la mañana de la festividad. En este momento, las catedrales y las sedes eclesiales ms importantes organizan sus propios cuerpos musicales y se establece en ellas la figura del maestro de capilla, encargado de componer las diferentes piezas musicales que se interpretarán, entre otros, en los citados momentos. De esta forma el castellano se adentra en las composiciones cultas y litúrgicas. Su función no era otra de la de hacer "más cercanos" al pueblo analfabeto los misterios de la fe. Esto se consigue gracias a que el villancico posee la forma de cancioncilla breve, con letra de fácil recuerdo al ser pegadiza y con rimas sencillas.
"Riu riu chiu"
Villancico anónimo español.
Se escriben cantorales para recoger toda la música que se va componiendo. Podemos citar los siguientes como los más representativos: el "Cancionero del Duque de Calabria" o más cáonocido como "Cancionero de Upsala" por el nombre de la la localidad sueca en cuya biblioteca se conserva la última copia de este cantoral; el "Cancionero de Medinaceli"; o la recopilación de "Canciones y Villanescas espirituales" compuestas por Francisco Guerrero.
"Dadme albriçias, hixos d'Eva"
Villancico anónimo. Cancionero de Upsala(S.XVI).
"Verbum caro factum Est"
Villancico del Cancionero de Upsala.
"Rey a quien Reyes adoran"
Villancico anónimo. Cancionero de Upsala (S:XVI).
"Señores el qu'es nasçido"
Villancico anónimo. Cancionero de Upsala (S.XVI).
En este momento la forma villancico se da también en las otras artes como la literatura y el teatro. Autores de este estilo son Gil Vicente, Jorge de Montemayor e, incluso, Santa Teresa.
PASTORES QUE VELÁIS
(Santa Teresa)
¡Ah, pastores que veláis,
por guardar vuestro rebaño,
mirad que os nace un Cordero,
Hijo de Dios Soberano!
Viene pobre y despreciado,
comenzadle ya a guardar,
que el lobo os le ha de llevar,
sin que le hayamos gozado.
Gil, dame acá aquel cayado
que no me saldrá de mano,
no nos lleven al Cordero:
¿no ves que es Dios Soberano?
¡Sonzas!, que estoy aturdido
de gozo y de penas junto.
¿Si es Dios el que hoy ha nacido,
cómo puede ser difunto?
¡Oh, que es hombre también junto!
La vida estará en su mano;
mirad, que es este el Cordero,
Hijo de Dios Soberano.
No sé para qué le piden,
pues le dan después tal guerra.
Mía fe, Gil, mejor será
que se nos torne a su tierra.
Si el pecado nos destierra,
y está el bien todo en su mano,
ya que ha venido, padezca
este Dios tan Soberano.
Poco te duele su pena;
¡oh, cómo es cierto del hombre,
cuando nos viene provecho,
el mal ajeno se esconde!
¿No ves que gana renombre
de pastor de gran rebaño?
Con todo, es cosa muy fuerte
que muera Dios Soberano.
Santa Teresa de Jesús.
Pintura sobre lienzo de Fray Juan de la Miseria.
Como decía en los párrafos anteriores, el villancico va evolucionando hacia una forma más compleja, diferenciándose cada vez más entre la copla y el estribillo. Así, las coplas son más pequeñas, reduciéndose la cantidad de voces, mientras, el estribillo se construye más amplio y polifónico.
El siglo XVII
En los comienzos del siglo XVII, siguiendo la tendencia comenzada en la segunda mitad del siglo XV, la iglesia utiliza el villancico en los responsorios de maitines durante las celebraciones religiosas de las fiestas más importantes del ciclo litúrgico, como es el caso de la Navidad, la Epifanía, la Inmaculada, la Asunción, el Corpus Cristi o las festividades patronales locales, entre otras.
Durante el siglo XVII los villancicos son el tipo compositivo más extendido en España. Se estructura y composición continúa en evolución, alargando el estribillo y haciéndolo más complejo en cuanto a la polifonía, al contrario de las coplas, las cuales siguen su proceso de reducción y simplificación ya comenzado en el siglo anterior.. Los estribillos tienden a presentarse con dos partes: la tonada y la responsión.
En cuanto a su interpretación, como decía antes, los villancicos amplían su polifonía. Incluso llegan a interpretarse por dos coros ubicados en diferentes espacios de las iglesias y son acompañados por nuevos instrumentos como e órgano del tubos, el arpa, o el violón.
En este siglo, los villancicos con temática profana van perdiendo fuerza, siendo desbancado por el romance. Sin embargo, el villancico de tema religioso toma mayor popularidad. De esta forma, el villancico se hace una práctica casi obligatoria para los maestros de capilla en su labor compositiva para las más importantes ocasiones del Ciclo litúrgico.
Villancico en el Cancionero musical de Palacio
Poco a poco, debido a su gran auge y el uso popular de los villancicos, estos sufren una campaña de desprestigio y prohibiciones desde los estamentos conservadores ya que, a su juicio, los villancicos se habían convertido en una práctica popular en la que las cancioncillas se presentaban en forma de diálogo, en las cuales se recreaban la sorpresiva escena pastoril del misterio del Nacimiento de Cristo. Lo cierto es que el pueblo utilizaba, en ocasiones, este acto religioso para representar burlonamente a los personajes y los estereotipos que representaban a las diferentes nacionalidades .
Así ocurrirá en 1800 cuando el arzobispo de Burgos e Inquisidor General, Ramón José de Arce y Uribarri, pide al cabildo que se supriman los villancicos.
Ramón José de Arce, arzobispo de Burgos entre 1797 y 1801
Los músicos y compositores de villancicos representativos de este siglo son: Cristóbal Galán, Juan Hidalgo y Sebastián Durón, entre otros.
"Canto al alma" "!Querubes de la impírea!"
Villancico al Santísimo Sacramento de Cristóbal Galán
"Monarcas generosos"
Villancico de Juan Hidalgo.
El siglo XVIII
El siglo XVIII se vio fuertemente influenciado por las tendencias italianas. No iba a ser diferente en cuanto a la música: la ópera, la zarzuela, la cantata, el oratorio y, en lo que nos atañe ahora, el villancico. De esta forma, se dota al villancico de un estilo recitativo. Como decíamos, de Italia llegan los estilos de las arias da capo y de las óperas, por lo que se requiere un aumento considerable de los instrumentistas de las orquestas de capilla de las catedrales, así como un mayor y mejor nivel musical de los maestros de capilla y, por ende, de los músicos. Se intensifican para ello los esfuerzos económicos tanto en la formación de dichas capillas musicales, como en la preparación de los músicos y cantantes, que lentamente van redundando en los requerimientos de la moda.
Los villancicos logran mantenerse en esta nueva corriente cultural, pero no sin tener que adaptarse. Así, manteniendo su esencia popular, sirviéndose de los nuevos conocimientos musicales, son utilizados para la evangelización y la enseñanza religiosa. Concretamente, en España, a estos villancicos de tendencia italiana se les denomina "cantadas" de la derivación del término italiano "cantata", aunque a veces también se le llama por el término italiano.
La Iglesia ve en la interpretación teatral y dramática una aliada para hacer llegar la doctrina católica más fácil y rápidamente al pueblo, por lo que poco a poco, este nuevo estilo va ganando terreno a la polifonía presente en el siglo anterior. Así, el villancico, que poseía sus característica de breves cancioncillas fáciles de recordar, gozó de una gran aceptación y difusión. Asimismo, esto hizo que su evolución se disparara y dispersara rápidamente hacia lo que hoy en día conocemos y entendemos como villancico. Es desde este momento cuando el concepto de villancico se liga fuertemente a la Navidad.
En este siglo se mantiene, con esta teatralización, la tendencia burlesca iniciada en el siglo anterior. Así , en la catedral de Málaga se recoge este villancico "de negros" o " guineos" que se sirven de su particular habla y de onomatopeyas:
"Esta noche lo neglillo"
"Ay, que turu, turu, turu
zamo loco de plazél
y a lo zon de zonajillo
cantaremo péz con péz."
También se recoge en la catedral de Toledo, por ejemplo, otro "de asturianos": a los que se le caricaturiza como de "nombres venidos a menos":
"Buenas noches, zagalas alegres"
"Chiquiting, venti a Asturias conmigu
que ari somos nobris
mais descogutadus."
La influencia italiana se observa en aquellos villancicos que se contraponen con los de estilo popular, que tratan de contentar el oido de los feligreses "más cultivados". En la catedral de Toledo también se recoge este villancico:
"Segundo villancico de los maitines de Navidad. 1776, Catedral de Toledo"
"Si va en serio el villancico
se enfadan los chufleteros;
si no, los serios se enfadan."
La facilidad de llenar iglesias con los villancicos y su faceta evangelizadora hizo que su desaparición, pese a las prohibiciones existentes, no se diera, aunque sí descendió notablemente su uso. El declive efectivo de los villancicos se da cuando el Rey Fernando VI en 1750 los suprime de su Capilla Real. Así poco a poco, las diferentes catedrales fueron imitando a la Capilla Real de Música, reduciendo su uso, hasta llegar a la abolición. Sin embargo, incluso en el siguiente siglo seguían interpretándose, como es el caso de la Capilla Real de Granada (1840) o el de la Catedral de Toledo (1886). Incluso en otras localidades, como en Mondoñedo, se interpretaron hasta principios del siglo XX.
Villancico anónimo del Siglo XVIII Recogido en Nueva España (actual México). Se trata de una "cantada"
"Al Llanto mas tierno".
Villancico de Juan de Araujo (1648 - 1712), recogido en Ana de Chiquitos, Bolivia.
Siglo XVIII
Antonio Soler y Ramos es un sacerdote, fraile jerónimo, y maestro de capilla de la Catedral de Lérida. Después fue nombrado organista y director del coro del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. A lo largo de su vida (1729-1783) escribió más de cuatrocientas obras. De entre ellas, unas trescientas eran religiosas. Compuso unos 125 villancicos, algunos de los cuales se siguen cantando hoy en día. Se le atribuyen títulos como: "El tamborilero", "Hacia Belén va una burra" o "Los peces en el río".
Compuso innumerables obras, pero gran parte de su trabajo se ha perdido, bien porque no fue escrito, bien porque fue destruido por las tropas francesas. No obstante nos ha llegado hasta nuestros días buena parte de su labor compositiva.
Su estilo compositivo (de los villancicos) tenía dos variantes. En ambos estilos se basa en varias partes en las que varia los recursos de composición: alterna unas frases corales con otras solistas, utiliza instrumentos y otros fragmentos son vocales; repite y secuencia sencillos temas. En cuando a las dos variantes compositivas, por un lado están los villancicos compuestos para ser interpretados en las festividades religiosas del monasterio, los cuales se forman con la tendencia italiana, por lo que son más complejos tanto en la música como en la lírica. Por otro lado, los villancicos navideños, que su estilo es contrario a los primeros, basándose en los estilos tradicionales y populares españoles.
Obertura para el Villancico al Santísimo "Alentad armonías". Antonio Soler.
"En piélagos inmensos".
Villancico de Antonio Soler.
"Cazadores".
Villancico de Antonio Soler.
"Vilancico de nacions".
Antonio Soler
"Infantillo, poeta y cura".
Villancico de Antonio Soler
"Hacia Belén va una burra".
Villancico de Antonio Soler. Versión moderna.
Referencias:
Wikipedia
Villancicos del siglo XVIII en España. García Gallardo, Cristobal Luis.
https://recreacionhistoria.com
El villancico en la actualidad
El siglo XIX XVIII se vio fuertemente influenciado por las tendencias italianas. No iba a ser diferente en cuanto a la música: la ópera, la zarzuela, la cantata, el oratorio y, en lo que nos atañe ahora, el villancico. De esta forma, se dota al villancico de un estilo recitativo. Como decíamos, de Italia llegan los estilos de las arias da capo y de las óperas, por lo que se requiere un aumento considerable de los instrumentistas de las orquestas de capilla de las catedrales, así como un mayor y mejor nivel musical de los maestros de capilla y, por ende, de los músicos. Se intensifican para ello los esfuerzos económicos tanto en la formación de dichas capillas musicales, como en la preparación de los músicos y cantantes, que lentamente van redundando en los requerimientos de la moda.
Los villancicos logran mantenerse en esta nueva corriente cultural, pero no sin tener que adaptarse. Así, manteniendo su esencia popular, sirviéndose de los nuevos conocimientos musicales, son utilizados para la evangelización y la enseñanza religiosa. Concretamente, en España, a estos villancicos de tendencia italiana se les denomina "cantadas" de la derivación del término italiano "cantata", aunque a veces también se le llama por el término italiano.
La Iglesia ve en la interpretación teatral y dramática una aliada para hacer llegar la doctrina católica más fácil y rápidamente al pueblo, por lo que poco a poco, este nuevo estilo va ganando terreno a la polifonía presente en el siglo anterior. Así, el villancico, que poseía sus característica de breves cancioncillas fáciles de recordar, gozó de una gran aceptación y difusión. Asimismo, esto hizo que su evolución se disparara y dispersara rápidamente hacia lo que hoy en día conocemos y entendemos como villancico. Es desde este momento cuando el concepto de villancico se liga fuertemente a la Navidad.
En este siglo se mantiene, con esta teatralización, la tendencia burlesca iniciada en el siglo anterior. Así , en la catedral de Málaga se recoge este villancico "de negros" o " guineos" que se sirven de su particular habla y de onomatopeyas:
"Esta noche lo neglillo"
"Ay, que turu, turu, turu
zamo loco de plazél
y a lo zon de zonajillo
cantaremo péz con péz."
También se recoge en la catedral de Toledo, por ejemplo, otro "de asturianos": a los que se le caricaturiza como de "nombres venidos a menos":
"Buenas noches, zagalas alegres"
"Chiquiting, venti a Asturias conmigu
que ari somos nobris
mais descogutadus."
La influencia italiana se observa en aquellos villancicos que se contraponen con los de estilo popular, que tratan de contentar el oido de los feligreses "más cultivados". En la catedral de Toledo también se recoge este villancico:
"Segundo villancico de los maitines de Navidad. 1776, Catedral de Toledo"
"Si va en serio el villancico
se enfadan los chufleteros;
si no, los serios se enfadan."
La facilidad de llenar iglesias con los villancicos y su faceta evangelizadora hizo que su desaparición, pese a las prohibiciones existentes, no se diera, aunque sí descendió notablemente su uso. El declive efectivo de los villancicos se da cuando el Rey Fernando VI en 1750 los suprime de su Capilla Real. Así poco a poco, las diferentes catedrales fueron imitando a la Capilla Real de Música, reduciendo su uso, hasta llegar a la abolición. Sin embargo, incluso en el siguiente siglo seguían interpretándose, como es el caso de la Capilla Real de Granada (1840) o el de la Catedral de Toledo (1886). Incluso en otras localidades, como en Mondoñedo, se interpretaron hasta principios del siglo XX.
Villancico anónimo del Siglo XVIII Recogido en Nueva España (actual México). Se trata de una "cantada"
"Al Llanto mas tierno".
Villancico de Juan de Araujo (1648 - 1712), recogido en Ana de Chiquitos, Bolivia.
Siglo XVIII
Antonio Soler y Ramos es un sacerdote, fraile jerónimo, y maestro de capilla de la Catedral de Lérida. Después fue nombrado organista y director del coro del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. A lo largo de su vida (1729-1783) escribió más de cuatrocientas obras. De entre ellas, unas trescientas eran religiosas. Compuso unos 125 villancicos, algunos de los cuales se siguen cantando hoy en día. Se le atribuyen títulos como: "El tamborilero", "Hacia Belén va una burra" o "Los peces en el río".
Compuso innumerables obras, pero gran parte de su trabajo se ha perdido, bien porque no fue escrito, bien porque fue destruido por las tropas francesas. No obstante nos ha llegado hasta nuestros días buena parte de su labor compositiva.
Su estilo compositivo (de los villancicos) tenía dos variantes. En ambos estilos se basa en varias partes en las que varia los recursos de composición: alterna unas frases corales con otras solistas, utiliza instrumentos y otros fragmentos son vocales; repite y secuencia sencillos temas. En cuando a las dos variantes compositivas, por un lado están los villancicos compuestos para ser interpretados en las festividades religiosas del monasterio, los cuales se forman con la tendencia italiana, por lo que son más complejos tanto en la música como en la lírica. Por otro lado, los villancicos navideños, que su estilo es contrario a los primeros, basándose en los estilos tradicionales y populares españoles.
Obertura para el Villancico al Santísimo "Alentad armonías". Antonio Soler.
"En piélagos inmensos".
Villancico de Antonio Soler.
"Cazadores".
Villancico de Antonio Soler.
"Vilancico de nacions".
Antonio Soler
"Infantillo, poeta y cura".
Villancico de Antonio Soler
"Hacia Belén va una burra".
Villancico de Antonio Soler. Versión moderna.